El día de ayer sin pensarlo me quedé en blanco como a muchos nos puede pasar, en ese momento la hoja electrónica del blog se me volvió inmensa porque no encontraba la manera de relatar algo o una idea que me pareciera lo suficientemente buena para redactarla, así que estaba bloqueado, con el ya conocido bloqueo de escritor.
A veces no he sabido como definir a este bloqueo, quizá porque en el fondo no me daba a la idea de darle una forma física o la manera de como representarlo, hasta que hoy sin saberlo la idea llegó a mi, o quizá mis ideas me pasaron el chisme de como es el que no las deja salir de su cueva.
las ideas van saliendo una por una brillantes a través de la entrada de una cueva, cuando de la nada aparece un gigante de piedra, más conocido como un golem, el cual se acerca a la montaña donde esta la cueva y la ve como el lugar donde podrá descansar placidamente por un rato, así que se sienta y su cuerpo tapa la entrada de la cueva de donde emergen todas y cada una de las ideas que tengo, las pobres ideas ya algo molestas están todas agolpadas en la puerta, tratando de empujar para salir.
En eso unas a otras se empujan, tanto que se hacen daño, otras se mezclan y algunas cooperan para tratar de despertar a su captor que en su gran inocencia no logra dejarlas salir, hasta que el tiempo de la siesta ha pasado y la luz vuelve a la entrada de la cueva y de golpe más de una idea llega a mi cabeza y de pronto la hoja electrónica dejó de quedar en blanco, y al parecer a mis ideas se les dio la locura de describir al enorme hombre de roca que lograba detenerlas.
Por eso a veces es mejor no forzarse, otras tantas es mejor relajarse tomar aire y saber que las ideas están ahí siempre para ser usadas y si son bloqueadas hay que quitar ese bloqueo, ese grande y enorme bloqueo de escritor.
A veces no he sabido como definir a este bloqueo, quizá porque en el fondo no me daba a la idea de darle una forma física o la manera de como representarlo, hasta que hoy sin saberlo la idea llegó a mi, o quizá mis ideas me pasaron el chisme de como es el que no las deja salir de su cueva.
las ideas van saliendo una por una brillantes a través de la entrada de una cueva, cuando de la nada aparece un gigante de piedra, más conocido como un golem, el cual se acerca a la montaña donde esta la cueva y la ve como el lugar donde podrá descansar placidamente por un rato, así que se sienta y su cuerpo tapa la entrada de la cueva de donde emergen todas y cada una de las ideas que tengo, las pobres ideas ya algo molestas están todas agolpadas en la puerta, tratando de empujar para salir.
En eso unas a otras se empujan, tanto que se hacen daño, otras se mezclan y algunas cooperan para tratar de despertar a su captor que en su gran inocencia no logra dejarlas salir, hasta que el tiempo de la siesta ha pasado y la luz vuelve a la entrada de la cueva y de golpe más de una idea llega a mi cabeza y de pronto la hoja electrónica dejó de quedar en blanco, y al parecer a mis ideas se les dio la locura de describir al enorme hombre de roca que lograba detenerlas.
Por eso a veces es mejor no forzarse, otras tantas es mejor relajarse tomar aire y saber que las ideas están ahí siempre para ser usadas y si son bloqueadas hay que quitar ese bloqueo, ese grande y enorme bloqueo de escritor.
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