El recuerdo del pasado con sueños de estudiante metido dentro de un aula vino a mi mente este día que hasta la lluvia se ha presentado acompañada del frío y por un momento me traslado al pasado que es como un cuento.
En tiempos libres con un amigo muy querido íbamos a un restaurante a conversar sobre el amor que no conseguíamos, de como sería la vida o hasta donde queríamos llegar; por lo general más de dos siempre estábamos un café era el preludio y el momento del cadáver siempre se veía llegar, una servilleta era donde se plasmaban versos y frases de amor; anhelo del amor a la mujer que cada uno queríamos.
Quizá en un futuro cuando este amigo sea reconocido y ninguno de nosotros esté vivo, este papel con unas palabras escritas con garabatos casi ilegibles que era nuestra caligrafía será valioso, en doscientos años puede que sean vistas en un museo, o se encuentren escondidas entre los libros del recuerdo de algún descendiente que nos pensará como locos, pero en lo que pasa esto debo volver a la realidad; me olvido por un rato del recuerdo de ese cuento que debeo despertar sin el clásico y extrañado cadáver que olvidamos por las cuentas por pagar.
El recuerdo del pasado con sueños de estudiante metido dentro de un aula vino a mi mente este día que hasta la lluvia se ha presentado acompañada del frío y por un momento me traslado al pasado que es como un cuento.
En tiempos libres con un amigo muy querido íbamos a un restaurante a conversar sobre el amor que no conseguíamos, de como sería la vida o hasta donde queríamos llegar; por lo general más de dos siempre estábamos un café era el preludio y el momento del cadáver siempre se veía llegar, una servilleta era donde se plasmaban versos y frases de amor; anhelo del amor a la mujer que cada uno queríamos.
Quizá en un futuro cuando este amigo sea reconocido y ninguno de nosotros esté vivo, este papel con unas palabras escritas con garabatos casi ilegibles que era nuestra caligrafía será valioso, en doscientos años puede que sean vistas en un museo, o se encuentren escondidas entre los libros del recuerdo de algún descendiente que nos pensará como locos, pero en lo que pasa esto debo volver a la realidad; me olvido por un rato del recuerdo de ese cuento que debeo despertar sin el clásico y extrañado cadáver que olvidamos por las cuentas por pagar. 
No hay comentarios:
Publicar un comentario