El día de ayer en el ensayo general de una obra de teatro que estará próximamente en cartelera, vi como varios de los actores comenzaban a calentar, a moverse a respirar, a tomar el aire, y convertirse en un muñeco de trapo, todo esto es normal en el caso de cualquier actor, sin embargo no pude dejar de sorprenderme que todos en este planeta tenemos la capacidad de ser otra persona sin serlo.
Para muchos la capacidad actoral es notoria en muchos aspectos en la televisión, sin embargo en el teatro es otra cosa, mientras que en el medio electrónico se pueden decir algunas palabras escuchando un apuntador; como si fuera repetir la radio en cuanto la escuchamos, en el segundo se presenta un reto más grande, donde una persona como actor se convierte en alguien más y es capaz de engañar hasta a su madre con tal que su interpretación sea real.
El dominar el espacio mientras otros observan, es de admirarse, el sentir, saber, convencer y también recordar un guión, hacen que el ser un actor sea tan increíble y más si el espectador se envuelve y quiere participar, sin embargo el espectador tiene el derecho de sentir eso, porque el actor no puede, pues debe respetar el escenario, y sabe que mientras no le sea requerido por su personaje no debe invadir ese lugar tan mágico y especial.
Por todo esto espero un día ser capaz de ser otro, tan sólo por hora y media, para después volver a ser yo mismo y agradecer que de cualquier personaje, el mejor y él más grande siempre seré yo, porque soy el protagonista de mi vida y de mis sueños.
Para muchos la capacidad actoral es notoria en muchos aspectos en la televisión, sin embargo en el teatro es otra cosa, mientras que en el medio electrónico se pueden decir algunas palabras escuchando un apuntador; como si fuera repetir la radio en cuanto la escuchamos, en el segundo se presenta un reto más grande, donde una persona como actor se convierte en alguien más y es capaz de engañar hasta a su madre con tal que su interpretación sea real.
El dominar el espacio mientras otros observan, es de admirarse, el sentir, saber, convencer y también recordar un guión, hacen que el ser un actor sea tan increíble y más si el espectador se envuelve y quiere participar, sin embargo el espectador tiene el derecho de sentir eso, porque el actor no puede, pues debe respetar el escenario, y sabe que mientras no le sea requerido por su personaje no debe invadir ese lugar tan mágico y especial.
Por todo esto espero un día ser capaz de ser otro, tan sólo por hora y media, para después volver a ser yo mismo y agradecer que de cualquier personaje, el mejor y él más grande siempre seré yo, porque soy el protagonista de mi vida y de mis sueños.
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