domingo, 3 de enero de 2010

Próxima estación

Hace unos días mi idea era escribir sobre los cambios, volver a dar un poco de atención a este olvidado blog y por qué no, decir que todo va a mejorar, sin embargo en las últimas horas del 2009 una persona muy querida por mi falleció, mi abuelo, un hombre del cual al mismo tiempo no sabía mucho y al mismo tiempo mucho, de entrada sé que trabajó para Ferrocarriles, que durante mi niñez y parte de mi adolescencia peleó para conseguir que el sindicato le respetara su pensión y mil cosas por el estilo.

Sin embargo aún cuando nada más sabía eso de él, el saber que trabajó en la industria de estos monstruos movidos por vapor, le daba cierto toque romántico a mi existencia pues aún puedo recordar que al ir a su casa y verlo a él y a mi abuela me daba una inmensa alegría eso sin olvidar que en las noches el sonido del silbato del tren que pasaba por las noches me hacía tranquilizarme.
Un día después de su partida de este mundo salí un poco a ver a mi novia, y sin embargo no pude dejar de pensar en él, de pronto de la nada junto al estro celeste pude ver la estela de humo que deja un avión supersónico, de inmediato me recordó al humo que dejaban las locomotoras y supe, por primera vez que él ya está bien, que ahora viaja un titán de acero a otro mundo y que nos encontraremos algún día en la próxima estación…

En el tren las demoras son un leve resplandor
Para el amor
Y al final
Las mentiras se han secado en la estación
Con el sol...

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